McDonald’s, El acoso no me encanta.
McDonald’s una de las cadenas de comida rápida más reconocidas del mundo y la mejor valuada, está pasando por momentos difíciles, ya que el pasado 18 de septiembre varios de sus empleados realizaron una huelga de un día en 10 ciudades de Estados Unidos para protestar contra el acoso sexual.
Fue la primera vez que ocurrió una propuesta simultánea de este tipo, pero no fue en todas las sucursales, solamente en las ciudades de: Chicago, Durham, Carolina del Norte; Kansas City, Missouri; Los Ángeles; Miami; Milwaukee; Nueva Orleans; Orlando, Florida; San Francisco y San Louis.
Todavía no se tiene conocimiento sobre cuantas personas se sumaron a esta protesta, ya que muchos fueron impulsados por el movimiento #MeToo, la cual es una campaña contra el acoso que nació hace más de una década y que da voz a las víctimas de acoso.
Este hecho hizo que los protestantes se ganaran la empatía del público en general, ya que bajo ninguna circunstancia ninguna persona debería de sufrir este tipo de agresiones contra su persona.
Las principales demandas.
Entre las organizadoras están varias mujeres que en mayo pasado levantaron denuncias de acoso sexual en los locales por parte de compañeros y supervisores.
Alegan que cocineras y cajeras fueron manoseadas, recibieron comentarios lascivos, propuestas para tener sexo y, en algunos casos, fueron despedidas por denunciar estos hechos.
Las trabajadoras exigen a McDonald’s que aplique su propia política de cero tolerancia contra el acoso sexual descrita en su manual y en las políticas de sus franquiciados, que se entrene a gerentes y empleados para evitar estos casos estableciendo un sistema seguro y efectivo para recibir y responder a las quejas.
Las denuncias fueron presentadas ante la Comisión para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo de Estados Unidos (EEOC por sus siglas en inglés) agencia Estatal encargada de hacer cumplir las leyes contra la discriminación en los lugares de trabajo y en particular en estos casos lo referido al hostigamiento sexual y hasta el momento no obtuvieron respuesta a sus reclamos.
Por ejemplo, una de las voces representativas es Breauna Morrow de 15 años, quien trabaja en un McDonald’s de St. Louis (Misouri) quien dice en un comunicado;
“McDonald’s se anuncia en toda la televisión diciendo que es ‘El mejor primer trabajo de Estados Unidos’, pero mi experiencia ha sido una pesadilla, sé que no soy la única y es por eso que estoy hablando, para que otros no tengan que enfrentar el acoso que he sufrido”.
A lo cual Terri Hickey, portavoz de McDonald’s, aseguró en una declaración:
“En la compañía no hay lugar para el acoso y la discriminación de ningún tipo y que se toman muy en serio las acusaciones de acoso sexual y que confían en que harán lo mismo sus franquiciados independientes que son dueños, y operan aproximadamente el 90% de los 14.000 restaurantes McDonald’s en EU”.
Esta acción ocurre en momentos en que varias agrupaciones han estado pidiendo medidas para mejorar las condiciones laborales, como por ejemplo un sueldo mínimo de 15 dólares la hora, ya que la cadena emplea a decenas de miles de personas en todo el país, muchas de ellas con remuneración baja.
Tras el anuncio de la huelga McDonald’s defendió sus políticas en contra del acoso sexual en el trabajo y emitió el siguiente comunicado:
“Tenemos políticas, procedimientos y adiestramientos especialmente diseñados para evitar el acoso sexual en nuestra compañía y en los restaurantes que son propiedad nuestra y creemos firmemente que nuestras franquicias comparten este compromiso”, declaró la empresa.
Uno de los apoyos políticos más importantes que surgió fue el del senador Bernie Sanders, quien en su twitter expresó lo siguiente:
El acoso y abuso denunciado por los empleados de la firma es “simplemente inaceptable”.
“Debemos acompañar a los valientes trabajadores de McDonald’s en la protesta de hoy para exigir que la compañía aborde esta epidemia de acoso sexual”
Posterior a la protesta, se pudo observar que la percepción y el sentimiento hacia la compañía ha sido en su mayoría negativa incluso días después.
Las palabras más asociadas con la marca fueron:
Es un hecho que este escándalo le llega en muy mal momento a McDonald’s, ya que al parecer se encontraba al inicio de una estrategia para reforzar la presencia de su marca y recuperar la confianza de sus clientes.
Uno de los puntos más críticos y con más peso es la asociación de la marca con el acoso sexual ya que es un golpe que tira abajo su plan y puede tener repercusiones mayores a corto plazo, ya que si no toman medidas para solucionar la problemática interna que sufren, puede desatar una huelga mundial y por ende una caída muy fuerte en sus ventas.
Esta suma de factores podría llevar a la empresa hacia una crisis de proporciones desorbitadas que afectaría a la marca de manera permanente.